miércoles, 26 de febrero de 2014

Y el libro de los acontecimientos se encuentra siempre abierto por la mitad...

La última vez que A. y yo salimos como pareja fue en diciembre, a una cena en casa de unas amigas de él.  Esa noche yo tendría que estar viajando a Saltillo pero perdí el camión y tuve que regresarme a mi casa. A. me dijo que ya que me había quedado un día más en el D.F. por qué no lo acompañaba a una reunión
.
Llegamos tarde y en la cena – reunión sólo quedaban dos personas, mucho pastel, y poquito whisky. De todas formas estuvimos ahí un rato platicando con ellas. La anfitriona era una mujer súper agradable y divertida; la otra persona era una mujer que se veía con un carácter medio raro y que al parecer no simpatizaba demasiado con A. porque se dedicó a hablar sólo conmigo, quejarse amargamente de que la habían mandado a Irán, de que nada en el SEM funcionaba como debería, de que cuando los hombres entraban al SEM se casaban y cuando las mujeres entraban al SEM terminaban con sus novios (o viceversa). Me dijo que lo más conveniente era que A. y yo nos casáramos y luego se dedicó a darme consejos sobre ‘cómo ser una buena pareja de un diplomático’.

Yo le seguí la corriente (soy experta en eso) mientras miraba con envidia a A., que platicaba con la anfitriona buena onda mientras, como siempre, jugaba con mi cabello.

Saliendo de la cena, A. se disculpó por haberme dejado en esa parte del sillón, me dijo que en efecto la morra ésa le caía súper mal, etc. Fuimos a mi casa, nos quedamos dormidos, al otro día él se levantó temprano porque se iba de viaje, yo trataría de tomar mi camión perdido esa misma tarde. Nos despedimos, quedamos en platicar a mi regreso de todo el desmadre que traíamos, pero luego pues... lo de siempre, las cosas fueron diferentes y terminamos apenas una semana después de eso.

Ayer supe que la chica con la que estuve platicando ese día está desaparecida desde hace varios días. Creen que está secuestrada, y creen que la secuestraron saliendo del metro Taxqueña. Nadie ha pedido rescate así que todo son sólo suposiciones.

A veces creo que es inevitable sentir que todo se está yendo a la mierda todo el tiempo. 

sábado, 22 de febrero de 2014

Tlacotalpan, 22 de febrero 2014


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La canción de Chicago de Sufjan Stevens siempre me pone de buen humor. Me gusta que al "I made a lot of mistakes" siga la consoladora frase de que "all things go, all things grow".